BUENOS AIRES.- "Con el 'yuyo colorado' o Amaranthus Palmieri comencé a trabajar en 2010, en el Este de Tucumán, al investigar las características de este 'ataco'", comenzó diciendo Sebastián Sabaté, al presentar ante sus pares el trabajo de investigación premiado en Top Ciencia 2013 de BASF.
Ante la presencia de glifosato, "un porcentaje de plantas del yuyo muere, pero también hay un porcentaje que renace, que rebrota", describió, dejando abierta la investigación respecto de cuál es el tratamiento que permite controlar el avance de esta maleza. Otra característica es que "hay plantas masculinas (de color blanco) y plantas femeninas (de color rojo)", agregó el investigador. "Esta variabilidad, de presentar un pie masculino y otro femenino, le brinda gran adaptabilidad y estabilidad", advirtió. "Por lo tanto, constituye una problemática complicada", dijo.
Sabaté reconoció que esta maleza está en Tucumán y en Córdoba, en Argentina, pero también en los Estados Unidos. "En EEUU hace cinco años que luchan contra ella. Hasta ahora, mostró resistencia al glifosato y a otros cinco productos químicos", mencionó al hablar de la resistencia del Amaranthus.
Por eso, "comencé a trabajar sobre los barbechos químicos: hay que tener un barbecho limpio. Hasta ahora trabajé con seis tratamientos distintos". "A los 7 días de la aplicación, muchas parcelas muestran un buen control; pero a los 20 días, hay rebrotes porque cae el poder del herbicida. Y a los 26 días, también hay rebrotes, incluso para distintas proporción de químicos", describió. ¿Qué recomiendo si aparece en los campos?, se autopreguntó. "Hay que llegar con un tratamiento glifosato+2,4D+saflufenacil. Hay que prevenir y evitar su diseminación y desarrollo", concluyó.